04/11/2012 - ¿Solo una mosca muerta?
Se sintió confortado tras matar a aquella
mosca. Ni llegó a sospechar que la insistencia del insecto tenía una razón.
Nunca sabrá que, de haberse fijado en
ella, habría sabido como eludir los efectos del virus de la muerte dulce.
Aportación de Juan Carlos Celorio del blog ¿Y que te cuento?
Juan Carlos, hay que ver con la mosca cojonera, para una vez que puede ser útil va y se deja matar.
ResponderEliminarEsa mosca se llevó con ella el misterio de la cura del virus, pero su muerte no fue tan dulce, fue por aplastamiento.
Muchas gracias y un abrazo
Jajaja, buenísimo!!
ResponderEliminarA ver Juan Carlos´,si tu mosca tenía la solución me podía haber ahorrado yo tanta incineración jejeje, y me ha salido un pareado y todo.
A partir de ahora me lo pensaré antes de perseguir a las moscas y ahogarlas en insecticida.
Muchos besos amigo güevero!
Aplauso!!!! No hay que despreciar ni a las moscas, crueles humanos. Ellas tienen el secreto de la muerte dulce; DDT, cof, cof, de dulce naaaa, pero en el vuelo de la mosca estaba la clave del secreto, el virus de la poca risa.
ResponderEliminarNo se puede ser más irónico, creativo y genial. Besitooo mosquitil.
!Ostras José Vte.! me animo visto lo de Juan Carlos, cosa fina, sin contar con lo leído, cosa buena.
ResponderEliminar"Era tan empalagosamente almibarada, rosa fucsia, melaza pura, la muerte dulce, que lo mató por un subidón de azúcar, y no era diabético. Los gusanos del virus se dieron un atracón suicida y no quedó ni el Hola para contarlo"
Felicitaciones a todos y todas, y perdón por mi sarcasmo y por mi retraso.
Felicitaciones José Vte. por la idea que ha dado para mucho. Besitos.
Noooo... Qué desgracia!!! Justo fue a desperdiciar la única oportunidad de salvarse. Es que las moscas son muy molestas, y quién se iba a imaginar que escondiera semejante secreto.
ResponderEliminarUn placer leerte Juan Carlos.
Abrazo enorme.
Es que ni se puede fiar uno de lkas miscas jajaajaj
ResponderEliminarBesos
buenísimo, ingenioso y lógico; natural como la vida misma. Es como el nuevo huevo de Colón.jajaja! enhorabuena a los dos, autor y editor. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarJajaja! qué buenísimo está, que bueno que le diste espacio.
ResponderEliminarAbrazo fuerte, editor.
Genial, sí señor :) ¡cuántas curas habremos perdido a base de "muertes anunciadas" jijijiji.
ResponderEliminarUn besito, Escritor.
Muy buen micro Juan Carlos, partiendo de una mosca y de su muerte, lo que se lió después.
ResponderEliminarUn besote.