sábado, 17 de noviembre de 2012

10/11/2012 - Almas de ceniza







10/11/2012 – Almas de ceniza






¡Qué difícil levantarse cada mañana para vivir una vida sin sentido, sin futuro, sin ilusión, sin esperanza… una vida de muerte! 

Hemos intentado mantener la calma y continuar con el protocolo habitual durante todo este tiempo, desde que el VMH-07 empezó a propagarse y a sembrar el planeta de víctimas mortales. Ahora ya no es posible. El terror nos está paralizando a todos y aunque la idea de un mañana inexistente nos hace pensar en arrojar la toalla, en abandonar la lucha, no nos rendiremos antes de tiempo, tenemos que seguir adelante… hasta el final. 

El pánico a la muerte dulce será aún mayor si las calles permanecen sembradas de cadáveres en descomposición, los malos olores inundan nuestros hogares, el aire se hace irrespirable y el solo hecho de pisar la calle se convierte en un espectáculo dantesco; es nuestra obligación encargarnos de las víctimas y eso haremos.

Hace ya tiempo que se ha implantado el plan de contingencias para grandes catástrofes, pero esto desborda todas las previsiones.

Las brigadas para la recogida de cadáveres son insuficientes, necesitan ayuda, cada día más ciudadanos se ofrecen voluntarios para retirar los cuerpos sin vida que se agolpan en las calles, en los parques, en las puertas de nuestras casas…, después son trasladados a las plantas de incineración, ya no damos tiempo ni a que se enfríen; hay hornos crematorios improvisados por todas partes; en cuestión de segundos se convierten en polvo, tan solo una breve explosión, un fogonazo y un calor insoportable.

Tras cada hornada unas horas grises de desolación en las que el sol se oculta tras una nube de muerte.

El tiempo se agota, nadamos contracorriente.

 Soy el único trabajador que queda en la planta; intentaré mantenerla  en funcionamiento, no sé por cuanto tiempo…

14 comentarios:

  1. Tremendo relato Teriri, creo que le da una visión mucho más realista y dura a la angustia que produce una situación apocalíptica como la que quieren trasmitir las crónicas.
    Me ha gustado mucho, ya te lo dije, y el final genial como la mayoría de los tuyos.

    Muchas gracias por este nuevo relato que casi da por finalizadas las crónicas. (Aunque hay una pequeña, pequeñisima sorpresa)

    Un beset.

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    1. Apocalipsis total, pero ¿aun quedaba alguien vivo? estremecedor panorama, no me gustaria estar en la piel del ultimo enterrador..

      excitante.......

      Saludos

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    2. Muchas gracias a ti, José Vte. por brindarnos la oportunidad de participar en este maravilloso proyecto que ya sabes que me encanta.
      Es un relato angustioso, tremendo y duro pero en mi modesta opninión también una visión necesaria del apocalipsis que se está viviendo.

      Julián, estamos en noviembre todavía quedábamos algunos vivos... aunque pocos... gracias por tu comentario!

      Besos a los dos.

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  2. Tremendo. Lo que queda después de la tragedia, y en este caso sin salvación. Horrible, pero bien descrito. Creo que si que es muy bueno para cerrar esta propuesta.

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    1. Hola Juan Carlos!
      Muchas gracias por pasarte a leer el relato y dejar tu comentario.
      Sí que es horrible pero la situación que se plantea lo es también y mucho.
      Muchos besos!

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  3. Es una historia tan trist, con un futuro corto por no decir casi inmediato...pero hay un detalle que me emociona, y es que la gente se solidariza para ayudar aún en esas condiciones donde el mundo se extingue...

    Besos

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    1. Quizá en las situaciones tan extremas nos unimos más, nos hacemos más solidarios... la muerte nos iguala a todos, nivela diferencias...
      Gracias por pasarte y comentar.
      Un beso.

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  4. Mientras haya tan buenos relatos de la Muerte Dulce, creo, Jose Vicente que deberias de replantearte su cierre. Este de Teresa Oteo, es genial. A todas luces te lo has de pensar, porque este espacio, ya se ha convertido en un clásico.
    felicidades a los dos.

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    1. Muchísimas gracias por la parte que me toca Montserrat, no puedo estar más de acuerdo contigo en la cantidad de buenos relatos que pueblan las crónicas, no sabes lo orgulloso que estoy.
      De todas maneras y a pesar del éxito que creo ha supuesto, tengo que cerrarlas, es a lo que me comprometí desde el inicio, el hacer un libro de ellas y es en lo que me voy a centrar ahora mismo. Luego, cuando esté terminado, tengo otros planes que me impiden seguir llevándolas.

      Mi agradecimiento sincero a todos los que habéis contribuido.

      Un fuerte abrazo.

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  5. Muchas gracias Montserrat! Me alegra mucho que te haya gustado. Yo creo que José Vte. tiene que ir pensando en las "Crónicas 2ª parte: el día después" y ahí estaremos con nuestras historias y nuestra imaginación .
    Muchos besos.

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    1. Muchas gracias Teriri, pero ya sabes que no puedo, aunque te agradezco el interés y la intención. Y yo lanzo la pregunta ¿porqué no coge alguien la continuación?. Esto es simplemente cuestión de paciencia para ir recibiendo relatos poco a poco, nunca darlas por terminadas aunque pase el tiempo y no lleguen, escribe uno un relato para mantenerlas vivas y un poco de promoción y sin duda que con el talento que hay por ahí, van llegando.
      ¿Alguien se anima?, jeje.

      Un beset, que eres un cielo.

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    2. Yo los retos de uno en uno, valenciano! pero sí que sería una idea interesante la dejamos aquí en el ciberespacio a ver si alguien la recoge.

      Un beso enorme.

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  6. Una imagen desoladora, no quiero ni imaginar algo así, el vivir sin esperanzas respirando la muerte por todos lados, juntando lo que va dejando la epidemia.
    Un relato que deja una sensación amarga de desesperanzas.
    Un besote.

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  7. Es cierto, pero las esperanzas en esta historia hacía tiempo que ya se habían perdido.
    Muchas gracias, Sindel.
    Muchos besos!!

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